
ACADEMIA DE FISIOTERAPIA DE LA COMUNIDAD VALENCIANA
ILMO.SR. DR.
D. Manuel Agustín Valls Barberà
Leídos el 21 de mayo de 2025
VALENCIA
Excelentísimo Sr. Presidente de la Academia de Fisioterapia de la Comunidad Valenciana, Dr. Dn. P. Rosado.
Ilma. Sra. Secretaria General de la Academia, Dra. Dña. M.D. Arguisuelas.
Ilmo. Sr. Vocal y Decano del Colegio Oficial de Fisioterapeutas, Dr. Dn. Josep Benítez.
Ilmo. Sr. Vicerector de la UCH, Dr. Dn. Francisco Javier Montañéz.
Ilma. Sra. Vicerectora de la Universidad de Valencia, Dra. Dña. Pilar Serra.
En primer lugar, quiero manifestar la gran alegría que siento por este nombramiento como Académico de Honor, que colma todos mis años dedicados a la Fisioterapia, Sr. Presidente y miembros de la Academia, gracias por esta distinción.
Ilustrísimos Doctores Dn. F. Querol y Dña. María José Llacer, muchas gracias por ser mis padrinos en este acto y acompañarme.
Al Dr. Querol, también mi agradecimiento por sus palabras sobre mi persona en la Laudatio.
Llegué a Valencia en el año 1963, con 18 años y una maleta llena de ilusiones, pero no me conocía nadie; y hoy, en este momento, estoy dando las gracias a tantas personas que me acompañan; Ilustrísimos Académicos, queridos compañeros/as del hospital la Fe, de la Universidad de Valencia y CEU San Pablo, con los que he compartido tantísimas cosas a lo largo de mi vida; amigos todos, les agradezco su presencia.
Y mi recuerdo para todos aquellos compañeros que desgraciadamente nos dejaron.
Pero sobre, todo me alegra estar rodeado en este acto de mi familia, especialmente de mi esposa Vicenta, que me ha acompañado durante toda mi vida, de mis hijos Manuel y José Agustín y de sus familias, de mis nietos Agustín y Jaime por los que siento un cariño especial, bien lo saben.
Nací en un pueblo de la provincia de Castellón, en Vall de Uxó dentro de una familia de impresores; mis padres, eran unas buenas personas, si pudieran verme en este momento se sentirían orgullosos de mí, de la misma forma que yo siempre me he sentido orgullo de ellos y raro es el día que no los tengo en mi memoria.
En esta ocasión no voy a hablar sobre el paciente hemipléjico.
Mi discurso versará sobre:
LA PRÁCTICA CLÍNICA, sus objetivos y sus características; y de forma breve nombraré algunos hechos relevantes de nuestra historia, para continuar con LAS MANOS DEL FISIOTERAPEUTA, como instrumento de conocimiento y herramienta de trabajo por excelencia, y para finalizar destacaré la necesidad de humanizar la práctica clínica. Mi intervención durará unos 20 minutos.
Mi actividad profesional, ha tenido dos vertientes, la asistencial y la docente, no sabría decir de estas dos facetas cual ha sido más importante en mi vida, creo que las dos por igual, porque fue una suerte tener una plaza vinculada que me permitía la labor asistencial con mis pacientes hemipléjicos, y la labor docente, para poder trasmitir mis conocimientos a mis estudiantes tanto en el aula, como con las prácticas en el antiguo hospital La Fe.
Como hechos importantes a los que me refería, quería destacar:
- La creación en el año 1991, del Área específica de Conocimiento de Fisioterapia que nos permitió a los Diplomados ser Profesores Titulares de Escuela Universitaria, antes solo los licenciados, ese año obtuve mi plaza.
- En 1995, se creó el primer Departamento de Fisioterapia en España, me cabe el honor de haber sido su primer director.
- La elaboración del Libro Blanco de Fisioterapia en 2004, editado por la Aneca, (que es la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación) que hizo posible la desaparición de la Diplomatura, y que, en 2008, se implantara el Grado.
Desde ese momento, podemos asegurar que los cambios en el campo de la Fisioterapia, en nuestro país, han sido muy rápidos y ahora los graduados pueden ser Doctores, y acceder a la carrera docente e incorporarse al mundo de la investigación, otro capítulo digno de resaltar, aquí tenemos la prueba con la cantidad de doctores fisioterapeutas presentes, muchos de ellos han sido alumnos míos.
Con los Planes de Estudio actuales del Grado, con las materias Prácticum I y II, (antes se llamaban estancias clínicas), los estudiantes tienen perfectamente definidos los objetivos que tienen que conseguir, para completar su formación académica.
Al iniciar las prácticas el alumno viene de las aulas, de un mundo teórico; y con las prácticas clínicas le permitirá descubrir cómo es el mundo asistencial, en los hospitales, centro sanitarios o empresas. Conocerá el mundo laboral.
Nadie discute, que el marco teórico es necesario en su proceso de formación, pero es insuficiente si no se acompaña de una enseñanza clínica práctica de calidad.
Los objetivos generales de las mismas siempre han sido:
- Que el alumno conozca lo que tiene que hacer
- Cómo lo tiene que hacer.
- Y que conozca el marco en el que lo tiene que desempeñar, sea en el hospital, centro asistencial o empresa. Tendrá que aprender a trabajar dentro de un equipo multidisciplinar y de forma colaborativa.
Esta frase que se le atribuye a Confucio, resume muy bien el proceso de enseñanza-aprendizaje:
“Me lo explicaron y lo olvidé, lo vi y lo entendí, lo hice y lo aprendí”
La práctica clínica, permite desarrollan todas sus competencias profesionales, aplicar los conocimientos teóricos adquiridos y desarrollar las habilidades y destrezas manuales que le son propias de su profesión: con seguridad, y eficacia, en contextos y situaciones de diversa complejidad, con razonamiento clínico y pensamiento crítico.
Sin olvidarnos de las competencias éticas, que son el conjunto de valores que caracterizan al colectivo de fisioterapeutas, aunque en este aspecto cuando ya son egresados los colegios profesionales también las propugnan en sus Códigos Deontológicos.
Con el desempeño de las citadas competencias profesionales, se aprende a aplicar el proceso de Atención en Fisioterapia; a ser capaces de hacer la valoración del paciente, a elaborar un plan de tratamiento, a ejecutarlo y a evaluar los resultados.
Las manos del fisioterapeuta juegan un papel fundamental en las etapas de este proceso de atención, si tenemos en cuenta, que la valoración y el tratamiento se realiza mayormente con las manos.
Las características que debe de tener la práctica clínica, son:
Debe ser Vivencial, quiere decir que hay que estar al lado del enfermo, viendo y siguiendo su evolución.
Debe ser Reflexiva, basada en la evidencia, es lo que nos permite después de la evaluación de los resultados, tener la capacidad de generar cambios y modificar los tratamientos, si fuera necesario.
Debe ser Dinámica, como todas las ciencias, la Fisioterapia evoluciona y cambia constantemente, la rutina es nuestro mayor enemigo.
El aprendizaje que es continuo comienza cuando ingresas en la Facultad y debe terminar cuando te jubilas, si termina. Yo sigo leyendo todo lo que cae en mis manos.
Todo lo que termino de exponer sobre las características ya lo decía William Osler, un médico canadiense que vivió a finales del siglo XIX y que está considerado como uno de los padres de la medicina moderna en EEUU.
Insistía en que se aprende estando a la cabecera del paciente, y consideraba la práctica clínica tan importante o más que la docencia en el aula. Decía, que la teoría era la como la carta de navegación del marino, pero la práctica clínica era el manejo del barco; para que sirve una carta de navegación, sin tener un barco, para nada, se necesita la práctica.
En este proceso de formación el profesor tiene que ser ejemplo, modelo, guía y fuente de experiencias para sus alumnos.
Siguiendo con las manos, es conveniente recordar como desde tiempos ancestrales se le han otorgado poderes de sanación. Estas prácticas han llegado hasta nuestros días, manifestándose de diversas formas populares, con el nombre de “imposición de manos”. Desde el punto de vista científico, no es admisible esta forma de utilización ya que no está basado en ninguna metodología acorde con un paradigma científico.
Además, en estos momentos en que somos conscientes del gran intrusismo que padece la profesión; no todo el mundo puede, ni debe, utilizar sus manos con fines terapéuticos sin tener los adecuados conocimientos teóricos y técnicos.
También, a lo largo de la historia se ha escrito mucho sobre las manos, ya en la época de los filósofos griegos, Anaxógoras decía:
“que el hombre había desarrollado su inteligencia gracias a que tenía manos”, sin embargo, Aristóteles decía todo lo contrario: “que gracias a la inteligencia el hombre había desarrollado las funciones de sus manos”. Para Aristóteles, “las manos eran el instrumento de los instrumentos”.
Creo que los dos tenían razón, así, María Montessori, la creadora del método educativo que lleva su nombre:
“Consideraba a la mano como un instrumento del cerebro, y la neurociencia actual avala que el uso de las manos aumenta el desarrollo neuronal y son la principal entrada de información al cerebro.” Por lo que juegan un papel fundamental en los procesos de aprendizaje.
También, el premio Nobel, José Saramago, en su obra La Caverna, nos dice:
” Verdaderamente, son pocos los que saben de la existencia de un pequeño cerebro en cada uno de los dedos de la mano, en algún lugar entre falange, falangina y falangeta”
Para Kapandji, en sus cuadernos de fisiología articular tan utilizados en fisioterapia, comenta:
“La mano proporciona a la corteza cerebral conocimiento del grosor y de la distancia de las cosas, es la educadora de la vista, lo que le permite controlar e interpretar informaciones, sin la mano nuestra visión del mundo sería plana y sin relieve. Constituye la base de ese sentido tan específico que es la estereognosia. Por lo que, la mano constituye junto al cerebro una pareja funcional indisoluble”.
Por su parte el Dr. Sutherland, fundador de la terapia craneosacral en EEUU, recomendada:
“Desarrollar dedos con neuronas en sus yemas,
dedos capaces de sentir, pensar y ver.
Por lo tanto, enseñe a sus dedos a sentir,
pensar y ver, y después déjelos tocar.” Evidentemente se refería a la palpación, tan importante en Fisioterapia.
Lo que termino de exponer pone en evidencia la importante conexión de nuestras manos con el cerebro.
Y la realidad, es que son algo más que el final de una cadena cinética, porque son creadoras, y tienen su propia memoria, por ejemplo, pensemos en los músicos cuando tocan la guitarra, violín, o el piano sin partitura, los dedos saben moverse por los mástiles o las teclas.
Este verano pude leer un libro cuyo autor es un sociólogo norteamericano, llamado Richard Senner, titulado “El artesano”, es una loa a las manos creadoras, se refería al alfarero, al soplador de vidrio, entre otros y curiosamente entre esas manos que tienen memoria, que son creadoras, incluye las manos del personal sanitario, las nuestras.
Además, tienen su propio lenguaje, conforme la especie humana se fue irguiendo, desafiando a la fuerza de gravedad, el movimiento de las manos se fue liberando hasta convertirse en el embrión del lenguaje humano. Las áreas motoras del lenguaje y del movimiento de las manos no solo son vecinas, sino que están íntimamente conectadas y se activan sincrónica y recíprocamente, la mejor de las pruebas de esto, es el lenguaje de los sordomudos.
Y además, de comunicar son capaces de expresar, la delicadeza, o la fuerza, sentimientos, de amor, o de ira.
Mahatma Gandhi, decía:
“Las manos son un reflejo de nuestra personalidad y estado de ánimo”
Así pues, a lo largo de la historia de la fisioterapia y desde un primer momento, nuestras manos, han sido utilizadas como un instrumento para obtener y aplicar conocimiento.
Y en la actualidad, es precisamente la fisioterapia la disciplina que reivindica por derecho propio el uso científico de las manos como instrumento terapéutico.
Fue un gran acierto cuando hacer años la Asociación Española de Fisioterapeutas eligió como anagrama que nos representara unas manos cruzadas.
Antes de concluir les diré, que HUMANIZAR, es otra palabra clave y actual en Fisioterapia, y más en los tiempos tan convulsos en que nos está tocando vivir.
Les puede asegurar a todos Vds. por mi propia experiencia que el contacto de unas manos nos humaniza.
HUMANIZAR HOY EN DÍA NO ES UNA MODA, ES UNA NECESIDAD.
La Humanización es una aproximación del sistema sanitario al paciente en la vertiente de calidad humana y afectiva.
Hace aproximadamente ahora un año tuve la oportunidad de acudir a la presentación de un libro escrito por una alumna nuestra en Benicasim, acudí junto a los profesores Dres. N. Estévez, Querol y Benítez, y tuve la ocurrencia de preguntar al Dr. Benítez, que era el único no jubilado que opinión tenía de los estudiantes actuales, y me respondió: “Están muy obsesionados en que los tratamientos que les propongo tengan evidencia científica”.
Está muy bien que tengan evidencia científica, evidentemente, pero el paciente cuando acude a nosotros con una dolencia, no sabe nada de EVIDENCIA CIENTÍFICA, y llegamos a la conclusión de que lo que quiere es que le escuchemos y que con nuestras manos le quitemos el DOLOR, empleando cualquier procedimiento.
Por lo que se hace indispensable, transmitir a nuestros estudiantes la necesidad de humanizar la relación con los pacientes, desde sus prácticas hospitalarias.
El contacto de las manos del fisioterapeuta y saber escuchar pueden valer más que 1000 palabras.
Tampoco me quiero olvidar de la recomendación que hacía W. Olser, a la hora de aplicar un tratamiento de nuestros enfermos, decía: hay que emplear las 3H:
Humanidad
Humor
Humildad, que implica conocer nuestras limitaciones y valorar las perspectivas de los demás.
Para ello, necesitamos tener una cabeza lúcida y un corazón compasivo.
Cuando acompañamos a los enfermos y familiares en sus dolencias y sufrimientos, en ocasiones, hemos salido con nuestro corazón herido.
Pero con la gratitud, que es la memoria del corazón, que nos transmite emociones y nos permite conectar con la vida, podemos recoger las muestras de afecto y cariño de ellos o de sus familiares, y en definitiva esto es lo más importante.
Mi jubilación, fue la constatación de que la vida pasa rápidamente, quedémonos, pues, con lo bueno, “Carpe diem”, tal como digo el poeta romano Horario en su libro Odas.
Gracias por su atención.