EXCMO SR. PRESIDENTE DE LA ACADEMIA DE FISIOTERAPIA, EL DOCTOR DON Pedro Rosado Calatayud

EXCMA SRA. Vicerrectora de  Sostenibilitat, Cooperació i Vida Saludable de la Universitat de València, La Dra. Dª Pilar Serra Año

EXCMO SR. Vicerrector de Calidad y Estudiantes de la Universidad CEU-Cardenal Herrera, el Dr. D. Francisco Javier Montañez Aguilera

EXCMO SR. Presidente del Consejo de Colegios de Fisioterapeutas de España, el Dr. D. Gustavo Paseiro Ares

ILMO  SR. Decano del Col.legi Oficial de Fisioterapeutes de la Comunitat Valenciana, el Dr. D. Josep Carles Benítez Martínez

ILMA SRA. Secretaria General de la Acadèmia de Fisioteràpia de la Comunitat Valenciana, la Dra. Dª María Dolores Arguisuelas Martínez

    AUTORIDADES, MIEMBROS DE LA JUNTA DE LA ACADEMIA, COMPAÑEROS, FAMILIARES, AMIGOS,SEÑORAS Y SEÑORES

    Es para mí un orgullo participar en esta primera jornada de la Academia de Fisioterapia de la Comunitat Valenciana.

    Más aún teniendo el honor de realizar el discurso de contestación al primer académico numerario, que ha impartido la clase magistral inaugural, Don Felipe Querol Fuentes.

    Hay que señalar, en primer lugar, el interesante discurso que nos ha ofrecido. Destacar que la fisioterapia desempeña un papel crucial en los pacientes con hemofilia, coagulopatía congénita incluida dentro de las denominadas enfermedades raras. Hemos visto que la falta de actividad física constituye el cuarto factor de riesgo global de mortalidad, por lo que cuando hablamos de ejercicio y actividades físicas, de readaptación, hablamos de ¡FISIOTERAPIA! y ello considerando que se trata de una labor de equipo multidisciplinar como perfectamente se ha comentado.

    En primer lugar, la fisioterapia ayuda a prevenir complicaciones asociadas con la hemofilia. A través de ejercicios específicos y programas de readaptación, los fisioterapeutas podemos fortalecer la musculatura de estos pacientes, lo que reduce el riesgo de lesiones y hemorragias. Esto es especialmente importante, ya que las personas con hemofilia son más propensas a sufrir daños en las articulaciones debido a los episodios de sangrado.
    Además, la fisioterapia contribuye a la mejora de la movilidad y la funcionalidad. Los fisioterapeutas diseñamos planes de tratamiento personalizados que se adaptan a las necesidades individuales de cada paciente, lo que permite a los hemofílicos llevar una vida más activa y participar en actividades cotidianas sin temor a lesiones.
    Otro aspecto importante es el manejo del dolor. La fisioterapia ofrece técnicas y tratamientos que ayudan a aliviar el dolor asociado con la hemofilia. Al reducir el dolor, los pacientes pueden mejorar su bienestar general y su capacidad para realizar actividades diarias.
    Por último, la educación es un componente clave de la fisioterapia, educando a los pacientes y sus familias sobre cómo manejar la hemofilia en su día a día. Esto incluye consejos sobre cómo evitar lesiones, la importancia de la actividad física y cómo reconocer los signos de complicaciones.
    Con el apoyo adecuado, las personas con hemofilia pueden llevar una vida activa y plena, disfrutando de una mejor calidad de vida.

    Pero el discurso del doctor Querol va más allá de lo enunciado, ya que ha descrito, en parte, la vida y el contexto social del autor. Nos ha permitido asomarnos a este complejo mundo de la hemofilia, y de mano de esta, acercarnos a su persona, y cómo no, a la fisioterapia.

    Cuando soy consciente de que hoy estoy compartiendo esta prestigiosa tribuna con don Felipe Querol no puedo evitar echar la vista atrás y recordar el momento en que le conocí.

    Jamás podría haberme imaginado que un día sería su compañera en el departamento y en la Facultad de Fisioterapia, que sería profesora junto a este gran profesional, y que tendría el honor de realizar el discurso de contestación a su discurso de aceptación de la Academia.

    Felipe Querol fue mi profesor cuando cursaba tercero de Fisioterapia, en la antigua Escuela. Recuerdo que siempre nos hacía estar muy concentrados en clase, muy activos, participando de manera constante, ya que nos formulaba muchísimas preguntas. Tengo que reconocer que nos tenía un poco asustados. Pero enseguida mis compañeros y yo fuimos conscientes de que todo era por el gran respeto que tenía a su profesión y, más concretamente, al saber, a la transmisión del saber, y a nosotros como alumnos. Cuando presentaba la asignatura que impartía, al igual que cuando llegaban los exámenes, venía vestido con traje de chaqueta. Y ahora entiendo que era un símbolo de respeto hacia el conocimiento y hacia nosotros, los estudiantes, por el esfuerzo que íbamos a realizar en ese momento. Aprender junto a él era tener que estar siempre alerta y al máximo nivel. Los exámenes prácticos los hacía en el Hospital La Fe, ante los pacientes lesionados medulares y eso nos hacía estar extremadamente nerviosos. Pero siempre demostraba ser un gran Maestro, con su trato hacia nosotros, los alumnos, su respeto por nuestras opiniones y nuestras debilidades, su buen carácter y su atenta disposición a escucharnos. De él aprendí la importancia de la atención, de estar presente, tanto para aprender como para hacer sentir al otro que de verdad importa.

    Cuando hablamos de Felipe Querol hablamos del Profesor con mayúsculas. Del maestro de varias generaciones de fisioterapeutas de nuestra comunidad y de otras del país. Su importante trabajo en la docencia y en la investigación han conseguido hacer de la Fisioterapia una ciencia reconocida y prestigiosa, aportando numerosos beneficios a todos nosotros, y en particular, a las personas con hemofilia.

    Felipe nació en Valencia hace no mucho tiempo. Aunque le gustaba todo lo relacionado con la contabilidad, quiso seguir la carrera sanitaria de su padre, que era Practicante, y empezó su formación en esta área. Estudió Enfermería, después Fisioterapia, y finalmente Medicina.

    Su formación académica se ha desarrollado íntegramente en la Universitat de València, donde estudió las titulaciones mencionadas anteriormente. Y donde también se doctoró. No solo eso, Felipe también ha realizado muchas actividades de postgrado y perfeccionamiento en otros puntos de España y en el extranjero.

    Siendo muy joven obtuvo su plaza de Ayudante Técnico Sanitario por oposición y aunque ejerció pocos años la enfermería a nivel asistencial, desarrolló un importante trabajo docente en la Escuela de Enfermería del Hospital La Fe.

    Se perdió un enfermero, pero ganamos un gran fisioterapeuta, ya que pronto consiguió el traslado al Departamento de Rehabilitación de “La Fe” y, junto con su trabajo en su clínica privada, reconvertida de su inicial consulta de practicante, consiguió un gran prestigio profesional. En “La Fe” desempeñó el ejercicio de la Fisioterapia en todas sus vertientes: asistencial, investigadora, docente e, incluso, de gestión.

    Comenzó dedicándose a la Fisioterapia Respiratoria, donde ha sido pionero con trabajos sobre mucoviscidosis. Poco a poco fue concentrando su dedicación hacia el tratamiento de las lesiones medulares. Y, posteriormente, fue centrándose en un área tan especializada como es la Fisioterapia en la Hemofilia, campo en el que es un referente internacional. En esta área se centró más si cabe ya como médico, como adjunto en la Unidad de Coagulopatías Congénitas del Hospital “La Fe”.

    Y donde siempre ha destacado es en la investigación, con múltiples artículos y varios capítulos de libros publicados. Ha participado como ponente en jornadas científicas, congresos y cursos y ha estado en el comité organizador de muchos de esos eventos, contribuyendo al desarrollo de la misma con la dirección de numerosos proyectos de investigación.

    Es un eminente doctor que ha dirigido varias líneas de investigación que interrelacionan diferentes aspectos de la fisioterapia, la hemofilia y la medicina del deporte y ha dirigido numerosas tesis doctorales.

    También ha participado de forma activa en las asociaciones profesionales de Fisioterapia, contribuyendo de manera muy importante al desarrollo y prestigio de esta disciplina y a la difusión de sus conocimientos.

    También destaca por su dedicación a la docencia, primero como profesor asociado y, desde 1993, como profesor titular del Departamento de Fisioterapia de la Universitat de València, donde también participó en importantes tareas de gestión.

    Extraordinariamente polifacético, gran comunicador, ha destacado en todas las áreas que ha tratado. Profesor, clínico, investigador, inventor (ya que a lo largo de su dilatada carrera ha diseñado diversos aparatos mecánicos, eléctricos y ortopédicos), todo hecho con una gran pasión y cuidado en el detalle. Como dijo un hombre del Renacimiento “La ciencia más útil es aquella cuyo fruto es el más comunicable”.

    Pero para mí siempre será el gran Profesor, una buena persona que conjuga un gran carisma y humildad, que ha destacado por su gran humanidad y amor al saber, que ha conseguido transmitir a muchas generaciones ese amor por el conocimiento y el trabajo bien hecho. Le admiro, le respeto, es una fuente de inspiración para muchos de nosotros. Y es un honor para mí compartir este momento con él. 

    No olvidaré nunca sus enseñanzas, sus retos propuestos.

    Con todo cariño, decirle GRACIAS.